Chi Kung Para Todos (Qi Gong)

La Gimnasia china para la Salud y el Rejuvenecimiento El Chi Kung o Qi Gong es una gimnasia terapéutica milenaria, apta para toda edad y condición física destinada a potenciar nuestro estado de salud, movilizando la energía de nuestro cuerpo, para sanarnos, revitalizarnos y desarrollarnos espiritualmente. Ejercicios para eliminar las contracturas, corregir la postura corporal y recuperar la flexibilidad de nuestro cuerpo, mejorar la salud, relajar nuestra mente y equilibrar nuestras emociones.

lunes, 22 de julio de 2019

Mi Experiencia de Sanación con Zhi Neng Qi Gong

Hace muchos años, cuando comenzaba a estudiar Qi Gong (Chi Kung) no sé muy bien porque, tomé un curso a distancia, por internet, del Primer Nivel de Zhi Neng Qi Gong. No logré engancharme mucho aquella vez, no era aún el tiempo, pero sabía que el Zhi Neng entraría en mi vida en algún momento.

Años después, tampoco se muy bien cómo, llegué a participar de un retiro de capacitación de Zhi Neng QiGong de la escuela de Yves Requena, maestro a quien leo y admiro desde que comencé mi práctica de Qi Gong (Chi Kung), sin practicamente mucha idea de lo que aprendería de Zhi Neng -había olvidado por completo aquel antiguo curso a distancia- pero con un pálpito, una intuición, un fuerte impulso de que debía ir. Y así fue.

Cosas muy potentes sucedieron y sentí en ese retiro, una conexión profunda con lo divino, con el milagro y con las capacidades dormidas del ser humano.

Luego vino un viaje a China en 2017, en el que se incluían unos días de práctica y capacitación con maestros de Zhi Neng QiGong, que disfrute enormemente.

De casualidad, recibí la información sobre un curso que daría el Maestro Zhen en Buenos Aires en 2018.

Lo conocí y otra vez un impulso muy fuerte de querer aprender más.

Recuerdo que me acerqué a él tímidamente y le pregunté si podía ir a su centro de recuperación en China para aprender los siguientes niveles, a lo que respondió que si; sabía que algún día iría, y me despedí diciéndole “nos vemos en Beijing”. Antes de que terminara el año, estaba en Beijing aprendiendo el segundo y tercer nivel con el maestro Zhen.

Fueron 27 días muy intensos, física y emocionalmente, lejos de casa, sin mi compañero y dos patologías que me tenían a muy mal traer desde hacía muchos años. Hice foco en mi interés en una de ellas, pero no se si algo se modificó, no pude comprobarlo, porque no quise volver a controlarla; siento que aún necesito mas compromiso con el Zhi Neng para lograr que desaparezca.

La otra, a la que no le preste mucha atención porque realmente ya había “bajado los brazos”, una queratitis severa, que de a ratos me dejaba casi ciega, sin poder ver mi propio rostro en un espejo, -dicho sea de paso, no tenían espejos en el centro centro de salud, y yo estaba con mi atención puesta en sentir más que en ver- milagrosamente desapareció.
No fue un milagro, o tal vez si, lo que seguro fue la practica de una disciplina capaz de transformar a cualquier ser humano.

Si, me di cuenta cuánto volví a casa, a Buenos Aires, cuando en el aeropuerto de Ezeiza pude leer los carteles de los remiseros, escritos a mano con los apellidos de los pasajeros que esperaban, que la queratitis había desaparecido. Veo bien pensé... que extraño... los días pasaron y empecé a probar tapándome un ojo, el otro, y repitiéndolo varias veces a la semana para comprobar que veía bien. Y si, ya paso casi un año y sigo viendo bien.

Con los días, adaptándome a mi casa y mis actividades nuevamente, después de 45 días en China, recordé, cuando el maestro Zhen, luego de una charla muy profunda y una sesión de sanación grupal, me dijo: “ahora si Mirta siento que estás abierta”, fue mágico escuchar eso, él sabe, sabe lo que le sucede a cada uno de sus estudiantes.

Recuerdo tener durante la sanación, una sensación de unidad con la inmensidad del universo, eso que es perfecto y capaz de hacer milagros, de reordenar hasta el último átomo de la materia, que sigue, sin escapatoria, a la intención de la mente, esa mente universal, no circunscrita, ese Hun Yuan Qi, con el que nutrimos y sanamos nuestro cuerpo y nuestra alma.

Las lágrimas de aquellos días, el extrañar, sentir ciertas tormentas emocionales, cansancio físico, incomodidad, habían valido la pena! Fortalecida enormemente y habiendo dejado atrás una enfermedad que me impedía hacer una vida normal y feliz.

Muchas cosas sucedieron después, el firme propósito de avanzar dando clases y formaciones de Zhi Neng, para llegar a la mayor cantidad de personas que pueda, que estén atravesando una situación difícil, de salud, física o emocional, porque este es mi propósito y sin tenerlo muy claro desde la mente racional, la intuición me fue guiando sin mucha explicación pero con una firme convicción de que esto es bueno!! para mi y para muchos otros que quieran sumarse.

Y hoy me encuentro organizando este maravilloso retiro en Buenos Aires, con el maestro Zhen, y un maravillosos viaje a China el año próximo también, en el que espero poder acompañar de la mejor manera posible, a mi querido maestro y a todos los valientes que deseen una vida mejor.

HUN YUAN LING TONG - UNIDOS Y TRANSFORMADOS