La Moxibustión es una forma de terapia de la Medicina Tradicional China que trata la enfermedad a base de un elemento original llamado “Moxa”. Consiste en aplicar conos (también llamados “pirámides”) o cilindros encendidos hechos con hojas secas y molidas de plantas medicinales sobre determinadas áreas de la superficie corporal a fin de curar diferentes enfermedades.
Aunque la Moxibustión nació antes que la Acupuntura, estos dos métodos curativos han ido indisolublemente unidos, ya que -después de practicar ambos métodos de tratamiento de forma aislada durante siglos- los médicos chinos descubrieron que entre estas dos terapias existían muchas relaciones. Ambas curan enfermedades actuando sobre determinados puntos, seleccionados basándose en la Teoría de Canales y Colaterales de la Medicina Tradicional China.
Además, también se comprobó con la práctica clínica que los resultados obtenidos eran mejores si se combinaban ambas terapias que si se utilizaba aisladamente una de ellas. Esto demuestra que estas técnicas no solo son compatibles y complementarias, sino también que se potencian entre sí.
Después de muchos siglos de práctica, se llegó a la conclusión de que las Moxas que tenían mejores resultados clínicos eran las fabricadas a base de “Artemisa”, planta medicinal que tiene muchas propiedades curativas.
Actualmente las Moxas se fabrican con “Artemisa” exclusivamente o con mezclas de “Artemisa” con otras plantas medicinales para reforzar su acción terapéutica.
También existen en el mercado Moxas que no hacen humo al irse quemando, lo cual resulta más cómodo para el paciente, así como Moxas de Dosis Individual, que son mucho más fáciles de aplicar.
INDICACIONES TERAPÉUTICAS: La Moxibustión ofrece resultados muy satisfactorios en pacientes de todas las edades y características.
A continuación se detallan algunos ejemplos:
- Aplicada en el punto “Shenzhi” ayuda al correcto desarrollo de los niños en edad de crecimiento.
– Aplicada en el punto “Fengmen” puede prevenir la gripe.
- Aplicada en el punto “Sanyunjiao” ayuda a fortalecer los órganos genitales.
- Aplicada en el punto “Zusanli” tonifica la energía y mejora las dolencias de estómago
- Aplicada en el punto “Quchi” ayuda a las personas de la tercera edad a conservar la vista, la dentadura y la presión sanguínea en buenas condiciones.
- Aplicada en los puntos “Shenzhu”, “Fengmen”, “Lingtai” y “Kongzui”, se pueden mejorar las enfermedades crónicas gastrointestinales, la hipertrofia de las amígdalas, la inflamación linfática, las dolencias de ojos y oídos y la debilidad general.
MÉTODOS DE APLICACIÓN DE LA MOXIBUSTIÓN:
1. Moxibustión Directa: Es el método más antiguo. Originalmente, la Moxibustión siempre se aplicaba con este método. Para llevarlo a cabo, se colocan conos encendidos (también llamadas “pirámides”) hechos a base de “Artemisa” directamente sobre los puntos correspondientes, según el tratamiento prescrito.
2. Moxibustión Indirecta: Este método se empezó a utilizar posteriormente como alternativa a la moxibustión directa. Se puede aplicar de varias formas diferentes:
a) Moxibustión con sustancia aislante: Este método consiste en aplicarla utilizando algún material a manera de aislante interpuesto entre la piel y el cono de Moxa. Este último suele tener unos tres milímetros de espesor y estar agujereado.
Los aislantes más utilizados desde hace siglos para esta función son rodajas de ajo o jengibre y también sal.
Actualmente se utilizan como aislante unos conos de cartón o cartulina en cuyo interior se deposita la Moxa. Su diseño permite que ésta esté separada de la piel por unos tres milímetros de espesor.
b) Moxibustión con “puros” de Artemisa: Este otro método de aplicación indirecta se lleva a cabo con “puros” (o cilindros) fabricados a base de plantas medicinales. Se preparan envolviendo las llamadas “felpas” o “terciopelo” de dichas plantas en un papel y dándoles forma de puro.
Forma de Aplicación: Se enciende el “puro” por uno de sus extremos. Después se sostiene acercando la brasa encendida al punto que se quiera calentar, dependiendo del tratamiento. Si se quiere aplicar un calor suave al punto, hay que mantener el puro encendido encima de éste a una distancia de 3 o 4 cms. Para estimular el punto con un calor más intenso, se debe situar el puro de Moxa a menos de 3 cms. y moverlo de arriba abajo y de izquierda a derecha o bien en forma circular sobre dicho punto, para que el calor se transmita de forma ininterrumpida.
Durante cada aplicación deben calentarse de 3 a 5 puntos y la duración de la estimulación en cada uno de ellos debe oscilar entre 5 y 10 minutos.
La forma correcta de aplicación es sostener el puro con una mano y colocar el dedo medio y el índice de la otra mano en torno al punto tratado para controlar la temperatura obtenida. Al mismo tiempo, también se puede realizar un masaje en el punto con esos dedos.
Para apagar por completo el puro, una vez terminado el tratamiento, hay que introducir su extremo encendido en algún recipiente de cuello estrecho (por ejemplo, el apagamoxas Ref. nº MX1030), de manera que la falta de oxígeno haga que la brasa encendida se apague.
PRECAUCIONES NECESARIAS PARA SU CORRECTA UTILIZACIÓN:
- La efectividad del tratamiento dependerá mucho de las condiciones físicas de cada persona, de la localización del punto y de la forma de aplicación. Por tanto, es necesario aplicar sólo el grado de calor más apropiado en cada caso. Si el calor es demasiado intenso, podrían formarse ampollas en la piel. Por ello, se debe retirar la Moxa en cuanto se note la piel demasiado caliente.
- No se debe aplicar moxa sobre piel húmeda porque podrían formarse ampollas. La aplicación debe hacerse solamente sobre una piel bien seca.
- Se deben guardar las moxas en sitios frescos y secos, sin luz solar.
- Cuando se enciende una moxa, se debe evitar que la llama alcance la hoja térmica de papel situada en su parte inferior.
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