Una de las primeras y más importantes cosas que debemos saber para tratar el estrés, es que la herramienta más eficaz para ello, es nuestra respiración. Nuestra respiración tiene la capacidad de transformar nuestros estados emocionales por lo tanto tiene la capacidad de disminuir nuestro estrés, dado que el estrés, es una respuesta a nuestras emociones negativas respecto de una situación.
Generalmente los seres humanos respiramos mal, lo hacemos expandiendo el pecho en lugar de hacerlo con el abdomen, por eso uno de los principales puntos de atención en la práctica de Chi Kung es, transformar nuestra respiración a una respiración abdominal, aquella que usábamos cuando éramos bebes y que por alguna situación emocional cambiamos hacia la respiración con el pecho. Gran error cometimos sin saberlo, quedando a merced de nuestras emociones sin una herramienta de control.
Otra de las cuestiones importantes a tener en cuenta a la hora de equilibrar nuestras emociones y reducir el estrés es, el movimiento. Mantenernos quietos durante mucho tiempo, propicia el estancamiento de nuestra energía vital y claramente en estos tiempos, las largas horas que pasamos sentados frente a una computadora en nuestros trabajos, provoca esos estancamientos o bloqueos energéticos en nuestros órganos vitales. Con el movimiento adecuado, fundamentalmente con la practica de Chi Kung terapéutico, nuestra energía vital circula libremente permitiendo que cualquier bloqueo energético desaparezca.
Por eso hoy quiero compartirles dos ejercicios muy sencillos, que podrán hacer en el trabajo, en un recreo, o en casa, para equilibrar emociones y comenzar a reducir los efectos del estrés en nuestro cuerpo y nuestra mente.
Ejercicio para relajar tensiones y disminuir el estrés
Este Movimiento respiratorio, sirve para sosegarse y tranquilizarse en estados de ansiedad, estrés y nerviosismo.
Ejercicio: Sentados o de pie con los pies separados y con los brazos relajados, inhalamos subiendo los brazos por los laterales del cuerpo hasta arriba de la cabeza; exhalamos descendiendo los brazos por el centro del cuerpo, flexionando los codos, hasta la altura del ombligo.
La fase de exhalación es más larga e intensa que la fase de inhalación y la mente se concentra en la exhalación y en el movimiento descendente de las manos.
Inhalamos en un tiempo, exhalamos en 2 tiempos, de forma continua sin apnea, con respiración abdominal en lo posible.
Aconsejamos 10-12 repeticiones como mínimo.
A través de este ejercicio se logran los siguientes efectos:
- Estimular el Sistema Nervioso Parasimpático, el de la relajación y que permite la activación del Sistema Inmunológico.
- Disminuir la presión arterial y del ritmo cardíaco.
- Relajar los músculos.
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